Las publicaciones de los WikiLeaks y los mensajes de correo
electrónico por parte del Comité Nacional Demócrata reveló que en uno de los
empleados de DNC flotaba la idea de usar el posible ateísmo de Bernie Sanders
contra él. Mientras Bernie es oficialmente judío, hay informes de que él está
en realidad más cerca de ser ateo que un practicante Judío. El propio Bernie ha
negado esta acusación. Esta noticia hace surgir la pregunta - ¿por qué es un
beso de la muerte política por ser etiquetado "ateo"?
Ciertamente, uno se pregunta por qué ser ateo puede impedir
que una persona se convierta en presidente de Estados Unidos. El argumento probablemente sea cultural. Como la mayoría del país cree en un Dios, un ateo
no podría representar con precisión el tipo de personas que viven en el país.
Por otro lado, es difícil de entender cuáles son las
creencias específicas judeocristianas que Bernie supuestamente carece y debería
impedirle ser presidente. ¿Es la creencia de que los cielos y la tierra fueron
creados en 6 días? ¿No estando de acuerdo con el precedente estratégico útil que
el mar podría ser dividido mágicamente cuando se está tratando de escapar de un
ejército hostil? O tal vez todo se reduce a no creer que los mandamientos
divinos deben constituir la base de nuestras leyes (especialmente cuando jamás
ninguna persona ha probado que haya
existido)?
Un país cuya piedra angular es el principio constitucional
de separación de iglesia y estado no debería tener en cuenta a la religión a la
hora de elegir a su líder.
De hecho, es más fácil hacer un argumento que no esté
empantanado por las creencias subjetivas, que no se pueden probar en el caso de
tratar de hacer un defensor más fuerte de las demás personas.
Teniendo en cuenta esto, uno se pregunta - ¿Hay líderes en
el mundo que son ateos?
A medida que los hackers trajeron estos mensajes de correo
electrónico a la vida, parece haberse originado en Rusia uno de los bastiones
históricos del ateísmo moderno, es curioso considerar - es Putin, un ateo?
Parece ser que solía ser uno, pero después de varios
acontecimientos que cambiaron su vida como el terrible accidente de coche de su
ex-esposa, y ahora es un miembro devoto de la Iglesia ortodoxa rusa.
Pero hay líderes europeos que no tienen religión.
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El presidente francés, François Hollande, habla durante la Conmemoración del Centenario de la Batalla del Somme en el Commonwealth War Graves Comisión Thiepval Memorial el 1 de julio de 2016 Thiepval, Francia. (Foto Steve Parsons - Pool / Getty Images) |
François Hollande, el presidente de Francia, es un ateo
declarado, que perdió su religión después de haber sido criado como católico.
"He llegado a un punto en el que lo que está claro para mí es la
convicción de que Dios no existe, en lugar de lo contrario", dijo a una
revista francesa en 2002. Este punto de vista funciona en un país que es
aproximadamente el 50% religiosa y atea.
Alexis Tsipras, el primer ministro de Grecia, es también un
ateo muy marcado. Él insistió en tomar un juramento civil, en la oficina,
rompiendo con la tradición.
Otros líderes notables incluyen el primer ministro croata,
Zoran Milanovic cuyo país es en realidad un 90% católico, y Miloš Zeman, el
Presidente de la República Checa, el país menos religioso, probablemente de
Europa, donde sólo el 16% de la población se identifica con una fe.
Por supuesto, Xi Jinping, el Presidente de China, la nación
más poblada de la Tierra, no sólo es ateo,
sino que ha abogado para que sus compatriotas sean "inflexible ateos
marxistas" para combatir la propagación de las religiones extranjeras.
Julia Gillard, ex primer ministro de Australia, es atea,
como lo han sido 11 de 12 de los primeros ministros del país que la
precedieron. John Key, primer ministro de Nueva Zelanda, y Elio Di Rupo, ex
primer ministro de Bélgica, también no creen en un poder superior.
Hay poca evidencia de que el ser religioso va a ayudar de
alguna manera a liderar a un mundo libre, o que el presidente de Estados Unidos
haga mejor su trabajo. Es hora de que este no sea un requisito importante para
el trabajo.
Fuente: Big Think - Versión en español. Distribución gratuita
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