La meta de casi todos los deportistas es
llegar a la cima de la fama y ganar mucho dinero. Este deseo los impulsa a
recurrir al uso de esteroides anabolizantes e incrementar su volumen corporal y
su masa muscular en un plazo mucho menor y usar estimulantes para mejorar su rendimiento.
En Europa hay leyes que penalizan a
los que prescriben este tipo de medicamentos, como dice la Ley Orgánica 1/2015
del Código Penal de España: “los que, sin justificación suministren, administren,
ofrezcan o faciliten a deportistas federados no competitivos, que practiquen el
deporte por recreo, o que participen en competiciones… pongan en peligro la
vida o la salud de los mismos, serán castigados con seis meses a dos años de
prisión…”. ¿Quiénes presionan a los deportistas para que consuman asteroides y
drogas más fuertes? no podemos culpar a la dirigencia deportiva, pero sí
podemos culpar al alto rendimiento que exigen las grandes competiciones y el deseo
de los deportistas de ser los mejores.
El uso de
estimulantes
Los
estimulantes están compuestos exclusivamente por tres drogas: Anfetamina, Dextroanfetamina y Metafina.
Cuando estas se toman, se produce una reacción inmediata, acelera el ritmo
cardíaco y aumenta la presión arterial. Se cree que el oxígeno llega más rápido
al músculo y se eliminan los productos de deshecho, pero no es cierto, esto lo
que provoca es: insuficiencia renal, úlceras trastornos en el pensamiento,
carencia de vitaminas, arritmia cardíaca y ataques cardíacos, entre otros daños.
No son pocos
los futbolistas que han caído muertos en estos últimos años en los estadios y
siempre el dictamen de su fallecimiento es el mismo: falla cardíaca.
Si eres un
futbolista profesional de élite seguramente habrás pasado por esta experiencia,
tu manager te obliga a que rindas más y tendrás que presionar a tu cuerpo
para que resista estos estimulantes, después de todo, eres una máquina de hacer
dinero para ti y para tus ‘dueños,’ y no puedes evitarlo.
Los
deportistas de alta competitividad siempre estarán expuestos al uso de drogas
ilegales y muchos jugadores han caído bajo el consumo de drogas como cocaína y
heroína, y han quedado atrapados sin salida.
Las drogas no solo están en los deportes, están en todo lugar y forman parte de un negocio muy rentable que va dirigido a niños, jóvenes y adultos; los capos de la droga tienen sus agentes vendedores en todo el planeta, si no fuera así, su negocio quebraría. Seas deportista o no, alguna vez tendrás que enfrentarte a la petición sutil 'pruébala, no te pasará nada', propio de una sociedad enferma.
Por José Cevallos
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