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Estados Unidos pone en la lista negra a ex- funcionario chino y paramilitares

Estados Unidos puso este viernes en la lista negra a un actual y ex funcionario del gobierno chino, y a una organización paramilitar acusada de ser decisiva en la represión de Beijing contra el grupo étnico turco-musulmanes, los uigures, en la región autónoma uigur de Xinjiang (noroeste de China) Los uigures son musulmanes y se ven a sí mismos como una etnia y cultura más cercana a las naciones de Asia Central que a China. Viven fundamentalmente en Sinkiang, que oficialmente se denomina Región Autónoma Uigur de Sinkinag, una región autónoma de China como lo es Tíbet en el sur.. Las designaciones incluyen el Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang (XPCC), Sun Jinlong, un ex operativo de XPCC, y Peng Jiarui, un funcionario del gobierno chino y comandante de XPCC, según el Departamento del Tesoro. "Como se dijo anteriormente, Estados Unidos se compromete a utilizar toda su potencia financiera para responsabilizar a los abusadores de derechos humanos en Xinjiang y en todo el m...

¿Podrán grupos armados combatir la injusticia y el abuso?



La corrupción, la opresión, el abuso de poder, las injusticias y los crímenes de lesa humanidad, han llevado a personas a formar grupos armados. Sin embargo, la lucha armada no ha sido la solución, ha generado más violencia en un entorno violento.

El poder económicos de las grandes potencias, también han creado sus propios grupos armados, o terrorismo de estado para inducir a la población al temor y el miedo. Los países donde ellos tienen presencia usan estos medios ilegítimos para mantener a las masas controladas e impedir que las movilizaciones les arrebaten sus privilegios.

En la década de los 70s y 80s, en varios países de América Latina se vivieron dictaduras sangrientas.

Las cifras en toda la región son difíciles de determinar, pero se pueden estimar más de 470.000 afectados, incluyendo muertos, desaparecidos, torturados y presos políticos.

Del otro lado del mundo, al final de los 80s se vivió uno de los episodios más trágicos de abuso contra la población civil: la masacre de La Plaza de Tiananmén, en Pekín.

Las protestas empezaron el 15 de abril y 4 de junio de 1989, tras el fallecimiento del líder de la República Popular China, Hu Yaobang, lideradas por estudiantes e intelectuales que exigían cambios de las reformas políticas y económicas implantadas por el régimen de Den Xiaoping.

El 20 de mayo, Xiaoping decretó la Ley Marcial, y el 3 de junio envió material pesado de guerra para disolver la protesta. Según estimaciones de la Cruz Roja China, 2600 muertos y más de 7.000 heridos fue el resultado de una represión genocida, condenada por la comunidad mundial.



Los grupos mercenarios creados y financiados por un puñado de familias mega-ricas de Occidente, que se han adueñado del mundo, y que luego se convierten en terroristas de alta peligrosidad, son usados por esta clase élite para conquistar dominios y polarizar el mundo; una clase civil armada no podría enfrentarla. Lo más sensato es dejar que ellos solo se caigan.

Los recientes acontecimientos de una amenaza nuclear contra los mayores abusadores del mundo, dejan ver que el abuso de poder tiene un límite.

Otra amenaza que enfrentan las sociedades, es el abuso infantil por parte del sistema religioso pervertido solapado por la cúpula clerical que impiden que se haga justicia.

El racismo, un mal endémico y pernicioso que casi se practica en la mayoría de las naciones, que ha cobrado a través de los tiempos millones de victimas, no deja de ser uno de los mayores problemas de la humanidad.

La delincuencia política y religiosa está contaminando el planeta entero. La política usa a la religión, la religión usa a los políticos para transitar libremente por los caminos de la impunidad.

Las guerras en Oriente Medio es una prueba fehaciente de lo que puede hacer la mezcla político-religioso; el uno mata en nombre a Alá y el otro en nombre de la democracia, sin contar las guerras religiosas de la Edad Media entre católicos y protestantes.

Cuando vemos las crueldades que se cometen contra personas inocentes, se activa nuestro sentido de justicia y queremos combatirla formando grupos armados para acabar con la injusticia. La injusticia está respaldada por la clase dominante y el poder de las armas de combate que se usan en guerras. Contra ellas no podemos.

Recordemos la masacre de La Plaza de Tiananmén, en Pekín. Allí se usaron tanques de guerra y el ejército, que arrollaron y dispararon a los manifestantes.


Mientras tanto, hagamos nuestra parte usando medios pacíficos para combatir tanta crueldad e injusticia en un mundo dominado por la ley del más fuerte. Potencias poderosas que practicaban la crueldad como ahora, desaparecieron. Debemos esperar lo mismo de los abusadores y perversos de este tiempo.


Foto arriba: el "hombre del tanque"

Por José Cevallos

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