El sábado 11 de agosto, el ministro de asuntos exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, instó oficialmente a los Estados Unidos a abandonar la práctica de imponer sanciones tras el anuncio de Trump sobre el aumento de aranceles para el aluminio y el acero de Turquía.
El ministro iraní escribió en su Twitter:
Javad Zarif
@JZarif
El júbilo de Trump al infligir dificultades económicas a su aliado de la OTAN Turquía es vergonzoso. Estados Unidos tiene que rehabilitar su adicción a las sanciones y el acoso o todo el mundo se unirá -más allá de las condenas verbales- para obligarlo a hacerlo. Hemos estado con vecinos antes, y lo haremos nuevamente ahora.
2:30 a.m. - 11 de agosto de 2018
En julio, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía también defendió a Irán de las sanciones de Washington. "No tenemos que adherirnos a las sanciones impuestas a un país por otro país". No encontramos las sanciones correctas tampoco", dijo el canciller turco Cavusoglu.
La autorización de Trump de un aumento en los aranceles a las importaciones de aluminio y acero desde Turquía del 20% al 50% ha causado que la lira turca caiga a un mínimo histórico de 6.62 USD, perdiendo casi el 20% de su valor de la noche a la mañana.
La caída de la Lira y la amenaza de nuevas sanciones estadounidenses han llevado a las élites y expertos turcos a considerar alternativas al deterioro de las relaciones Washington-Ankara. El presidente turco, Erdogan, escribió hoy en un editorial del New York Times que la "tendencia de unilateralismo y falta de respeto" de Estados Unidos hacia Turquía está obligando a Ankara a "buscar nuevos amigos y aliados".
El último pretexto para la represión de Washington contra Turquía es la negativa de Ankara a liberar al pastor estadounidense Andrew Brunson, que fue arrestado después del intento de golpe en Turquía de junio de 2016, en respuesta a la negativa de Washington de extraditar a Fethullah Gulen, acusado de estar detrás del intento de golpe de 2016
La semana pasada, Estados Unidos impuso sanciones al Ministro de Justicia y al Ministro del Interior de Turquía por "graves violaciones de derechos humanos". Mientras tanto, los abogados turcos han respondido con una demanda que pide el arresto de oficiales militares estadounidenses en la base aérea de Incirlik, acusados de lazos con grupos terroristas.
Éstos vienen como parte de una cadena de desacuerdos cada vez más largos entre los dos países, que a su vez ha visto a Turquía situarse entre sus compromisos de larga data con la OTAN, sus operaciones militares en Siria y las oportunidades cada vez más tentadoras y necesarias que ofrece la unión la incipiente alternativa del bloque eurasiático al intento desesperado de los Estados Unidos de mantener la hegemonía.
Lo que los medios rusos han llamado "presión sin precedentes" de la administración Trump en forma de numerosos paquetes de aranceles y sanciones contra Rusia, China, Turquía, Irán y otros está llevando progresivamente a los dos últimos rivales en Siria en desafío a las políticas agresivas de Washington.
La declaración del canciller iraní, y en general la resistencia cada vez más conjunta de Irán y Turquía a las sanciones de Estados Unidos, son pasos retóricos dignos de mención en esta dirección.
El papel de Rusia como garante de la soberanía de la vecina Siria, los crecientes intentos de Moscú de mediar entre los actores de Medio Oriente y el desarrollo de alternativas eurasiáticas en la región serán cruciales para configurar el destino de las relaciones turco-iraníes.
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